jueves, 13 de junio de 2013

Parecía infinito y se acaba

La semana que viene se acaban las clases en el instituto Santa Cruz de Villabáñez. El miércoles es el último día con los alumnos, luego llegan las reuniones de evaluación, la entrega de notas, la elaboración de actas... hasta el claustro final del viernes 28 de junio... y aún nos queda julio para cualquier otra cuestión... pero se huele el verano. Sí, hoy llueve, pero ayer hubo sol y CALOR, creo que por fin pasamos de los 20 grados. Hoy no, claro.
Total que me toca otra vez despedirme de gente encantadora (porque para mí la otra gente no existe.) De mis compañeras de fatigas, María Dolores, Belén, Elena, Ester... pero sobre todo de mis alumnos y alumnas, mis chicos, mis chicas... esos proyectos de personas de 13, 14 y 15 añitos. Los echaré de menos, cada uno, un mundo... con sus dificultades, con sus sueños, con sus limitaciones, con sus capacidades.... siempre me enseñan tanto. No sé si es legal poner nombres... supongo que sin apellidos no pase nada: Isaac, David, Andrea, Diego, Saul, Marisa, Lucia (sin tilde)... que me recuerdan lo duro que es crecer, ser adolescentes, dejar atrás la seguridad de que te manden y sentir el peso de tener que elegir... porque elegir una ficha significa renunciar a docenas y siempre nos podemos equivocar, y no hay a quién echar las culpas, más que a sí  mismo... It´s life!
Pero yo no me equivoqué de profesión, en otras cosas tal vez sí, pero de profesión no. Lo bien que lo paso, cada día, eso es impagable (es una expresión, no tomar de forma literal.) Estuve a punto de ser una trabajadora de repsol, porque pasé todas las pruebas de admisión y me enviaron una carta para que me incorporara el próximo 1 de septiembre a su sede de Tarragona. A mi padre casi le da un patatús cuando dije que no iría "pero si es como sacar una oposición." Lo medité durante los meses de verano y en París (en un viaje inesperado con Carlitos) lo decidí, me iba a Salamanca a seguir estudiando.
¿Qué hubiera sido de mí en una plataforma petrolífera? o a saber dónde... Mi padre, que se cree que soy la leche, dice que ahora sería una jefaza... y yo le contestó "o me había partido la crisma de un resbalón".. ¿una jefaza? y ¿quién quiere ser una jefaza? lo que me hubiera faltado para ser insoportable...
Ahh, y mañana se termina también la Selectividad... parecía infinito este curso y se acaba... Aunque aún faltan las notas y que los chicos elijan la carrera. Otra vez hay que elegir ... y por ende, renunciar...Uff ¡qué presión!

sábado, 8 de junio de 2013

Superando a la ficción

"10A los siete días, el diluvio comenzó a inundar la tierra. 11Era el día diecisiete del mes segundo. Noé tenía entonces seiscientos años. Precisamente en ese día, se reventaron las fuentes del gran mar abajo, y se abrieron las compuertas del cielo arriba. 12Cuarenta días y cuarenta noches estuvo lloviendo sobre la tierra."
                                                                                                                      La BibliaGénesis

 "Llovió cuatro años, once meses y dos días. Hubo épocas de llovizna en que todo el mundo se puso sus ropas de pontifical y se compuso una cara de convaleciente para celebrar la escampada,pero pronto se acostumbraron a interpretar las pausas como anuncios de recrudecimiento. Se desempedraba el cielo en unas tempestades de estropicio, y el norte mandaba unos huracanes que desportillaron techos y derribaron paredes, y desenterraron de raíz las últimas cepas de las plantaciones."
                                                                                               Cien Años de SoledadCap. XVI.

Las primeras líneas de La Biblia indican que solo llovió 40 días y ya les pareció mucho, lo suficiente para inundar el mundo...claro que no existían las alcantarillas...

En Cien años de soledad,  García Marquez, se inventa casi cinco años de lluvias en una tierra imaginaria llamada Macondo...
Son libros....Todo es imaginado, inventado, fabulado... pero aquí no. En el Santander de mis amores, lleva lloviendo de seguido.. no sé, meses y meses y meses, sin ver el sol, sin ver Peña Cabarga al otro lado de la Bahía... y todo esto sin tener que acudir a la imaginación de ningún escritor. Como siempre la realidad superando a la ficción. Lluvia fina, lluvia abundante, chaparrones, con viento, en alerta amarilla, naranja, roja...
Últimamente los santanderinos parecemos personajes de novela, vagando bajo paraguas, chubasqueros y capuchas, con calles desiertas cuando barre el viento del norte, papeleras llenas de varillas desvencijadas y "¡niño! sécate bien y quítate esos zapatos empapados" Y esta neblina instalada en la ciudad que no se va, que difumina todo y cala a los bobos. 
Mañana es cuarenta de mayo y no nos quitamos el sayo, ni la gabardina, ni la mala leche.... ¡¡Por Dios!! ¡¡Por Aureliano Buendía!! ¡¡Que deje de llover ya!! 

viernes, 7 de junio de 2013

La importancia de ir a clase

Lo he leído por ahí y, como la cabra tira pa´l monte, yo añado:
Y sin EDUCACIÓN GRATUITA y LIBRE accesible para todos, la clase trabajadora y la media no tendrán ni trabajo ni medios... ni posibilidades de tenerlos en el futuro... condenados a ser sirvientes con bajos salarios como muchos de nuestros abuelos.. ¿Quién nos va a enseñar a pensar en libertad?
Glosa: Clase, como sinónimo de DIGNIDAD Y HONRADEZ