sábado, 14 de enero de 2017

Educación, ay,ay,ay


Llevo ya una temporadita larga sin escribir aquí. No es que no tenga nada que decir, sencillamente solo escribo cuando me sobra el tiempo y ahora me expreso en otros lares. La enseñanza me quita mucho tiempo, es duro intentar educar a los adolescentes y a la vez enseñarles algo de nuestra Literatura.
Últimamente me esta dando por pensar que ya es hora de cambiar algunos métodos de enseñar que tenemos. En un mundo donde la información nos sale por las orejas,  hay que saber pasar del "buscar información" a "selecciona información."
Ayer mismo en clase de literatura los alumnos debían traer de tarea un romance del Romancero viejo, "Recordad, octosílabos, rima en los pares, de tema...blablabla" La mitad de la clase lo trajo mal. Se limitaron a escribir "romance" en el buscador y copiar lo primero que salió. Les permitía también crear un romance propio y dos alumnos así lo hicieron. El punto extra por transmitirlo oral (o sea, de memoria) solo lo consiguió  una chica, y porque ya lo había memorizado antes, en Primaria... normal.
La memoria, esa grabadora de nuestro intelecto, reina de las aulas y de las oposiciones en este país, está relegándose a un segundo plano en su vida, en nuestras vidas diarias...pero aún nos obligan a depender de ella dentro de las escuelas.
La enseñanza se queda atrás, se abre una brecha entre la teoría y la práctica, la educación y la vida real... desconexión que notan los alumnos... ¿para qué sirve saber esto? (y hacen bien en preguntar) para aprobar, acabas por decir.