lunes, 27 de agosto de 2012

Pero ¿qué hacemos con el pollo?


Este sábado hemos estado visitando a un tío de Lw que tiene una granja en la sabana. Como manda la cultura africana, les hemos llevado algunos alimentos: aceite, azúcar, arroz, sal, leche en polvo, té y lo más pesado, un saco de 25 kilos de harina de maíz (milli-mil,
Mother´s Pride) que casi nos desloma, pero es lo que más se consume aquí, lo toman con todas las comidas. 
La del medio soy yo
Para poder llegar nos acompañó Denis, uno de sus 21 hijos vivos (10 ya murieron) porque los caminos se bifurcan demasiadas veces como para poder seguir unas indicaciones. Nótese que digo “caminos”, de los que tienen tres dimensiones, ancho, largo y alto/bajo, no como las carreteras que solo tiene una, a lo largo... es lo bueno de la tierra, que te ofrece variedad, pero claro tardamos 45 minutos en hacer 14 kms. La vivienda de “la granja”consta de cinco o seis construcciones separadas hechas de adobe y techo de paja. Una es el salón con su tele y su parabólica, otras son dormitorios, otra almacén y la más grande es la cocina-sala casi el triple que las otras. Al llegar aparcamos bajo un árbol y salieron de la cocina-sala, varias mujeres, las dos primeras eran las esposas de Lazarus, que nos saludaron con una reverencia.
Luego nos llevaron al interior del salón y en riguroso orden entraron a saludarnos todos los miembros de la familia, primero otra vez las esposas, la mayor y luego la menor. Luego los varones (no sé si eran hijos, nietos, biznietos o sobrinos) y por fin las mujeres, de mayor a menor.... todos con el mismo apellido de Lw. 
La sala-cocina donde nos cocinaban el nshima
El saludo es muy cortés, ponen una rodilla en tierra, inclinan levemente la cabeza y dan la mano a cada uno de nosotros con un “how are you?” y luego salen sin dar la espalda en ningún momento. El interior del salón consta de sofás, butacas y mesa baja de centro. En las paredes cuelgan fotografías unas en blanco y negro y otras en color. Lazarus nos enseña la foto con la piel de leopardo que él mismo mató con una lanza muchos años atrás, dice tener unos ochenta años. Otros utensilios también están en soportes por las paredes, un paraguas, una olla... y en otra mesa un televisor protegido con plásticos. Hay buena temperatura dentro pero un par de avispas que salieron de un nido en una esquina me estaba poniendo nerviosa. Salimos fuera y nos sentaron a la sombra de otra cabaña en hamacas hechas por ellos. Corría cierta brisa y de repente un remolino a lo lejos levantó hojas y polvo, entonces Denis con el puño cerrado levantó el dedo meñique y con ese dedo señaló al remolino hacia donde debía ir, para que se alejara de nosotros, dijo... (yo con cara de póquer)
Mientras charlábamos allí sentados, las mujeres entraban y salían de la sala-cocina, nos estaban preparando algo para comer. Llegó más gente y se nos presentaron, lo de la rodilla en tierra es que no gusta nada... Nos pasaron de nuevo al salón y tomamos nshima con relish (acompañamientos) con una tortilla de color anaranjado de las que ya no existen en Europa. Como se come con las manos, primero siempre hay que lavárselas, así que vino Denis con una balde y una jarrita y nos echó agua a cada uno de nosotros (hay que decir “ya” o no paran, y con una jarrita se lavan hasta 6 personas.)

Depósito de maíz lleno hasta arriba
Después en el coche y fuimos unos 12 a ver la granja de Denis, que está junto a la de su padre Lazarus. Y ¿qué tienen allí? Un depósito con toneladas de maíz y una máquina de moler maíz, que funciona con un generador. Ellos venden milli-mil a toda la zona... y nosotros les llevamos un saco de ¡¡25 kilos!! Muy educadamente no dijeron ni pío pero jo, ¡qué corte!  Pero es que nos siguió enseñando, sacos de algodón a la espera de que suban los precios, cabras, patos y .... vacas .Tienen una manada de vacas para su propio consumo diario de leche... y les llevamos leche en polvo. ¡Ay, ay! No sé cuanta gente tienen allí trabajando pero algunas cabañas son habitaciones de trabajadores. En fin, ya llegó el momento de marcharnos. Con un palo largísimo nos cogieron tres papayas de varios kilos y tras sacarnos fotos nos regalaron un pollo... ¡vivo! Que aceptamos con una educación refinada tras rechazarlo en un primer momento.
Lazarus y el objeto de nuestras preocupaciones
Pero ¿qué hacemos con el pollo? Esperamos al lunes que lo mate Frederick, pero mientras, ¿lo soltamos por el jardín? ¿le damos pan para comer? Al llegar a casa lo pusimos sobre la hierba y hacía “coroco” mientras lo mirábamos sin palabras.Entonces mis hijos llamaron a su amiga Hellen (17 años), que vivimos jardín con jardín y dijo “No problem, we kill it” Nos mandó hervir agua y llamó a su primo de 14 años. Cogió el pollo, le pisó las alas, hundió el cuchillo en la tierra y luego tapándole el pico a la vez que le levantaba el pescuezo, se lo rebanó. Echó la sangre en un rosal y la tapó con tierra. ¡Hala! Total, unos 60 segundos. Luego, Viviane de 12 años lo desplumó con el agua caliente en otros 10 minutos. Les regalamos una papaya y se fueron. Tardamos más de una hora en sacar lo que un pollo tiene dentro... de todo, y en trocearlo -¡la carne oscura!-. Ahora lleva tres horas en el fuego, a ver si podemos comerlo después de tanta aventura.




jueves, 23 de agosto de 2012

Insectos y otras yerbas

La verdad es que he tenido suerte al venir a África en la estación seca, no hay tantos bichos como yo pensaba, dicen que eso es en la estación de lluvias que ahora se está muy bien. Ahora se puede dormir sin mosquitera (aunque nosotros la tenemos) porque no hay casi mosquitos -sin embargo yo cada noche hago un zafarrancho y mato cuatro o cinco- y es muy improbable que transmitan la malaria.

Al loro con la colcha!!!!
 Además, ahora se puede tender la ropa fuera porque no hay moscas de esas que ponen sus huevos en la ropa húmeda y luego incuban en la piel de los humanos... suena asqueroso. Lw tuvo uno de niño, dice que salió  de su brazo un gusano ¡¡puagggg!! De todos modos nuestro asistente plancha por sistema toda la ropa, de modo que la larva esa moriría.
Las arañas planas son muy apreciadas y no se matan. Tenemos por toda la casa, dos de ellas en nuestra habitación. A veces te asustan porque aparecen en cualquier sitio, dentro del armario o en suelo y  vas descalzo, pero esas no pican. Esas se comen los mosquitos, no veas como corren, es un visto y no visto por la pared corriendo. En el salón viven en los casquillos de las lámparas y salen por la noche.  
Speedy in our room
El sábado me picaron, que yo recuerde, cuatro moscas tse-tse... las muy cabronas hacen un daño que yo creo que muerden y tiran para causar más dolor. Deberían llamarse mosquitos, no moscas, porque se alimentan de sangre de mamíferos. Dicen que gracias a su presencia, ciertas zonas se han mantenido vírgenes porque los nativos no llevaban allí su ganado y menos instalaban sus poblados. Esas zonas son ahora Parques Nacionales llenos de plantas y animales salvajes que aunque reciben picotazos de las tse-tse, siguen vivos gracias a ellas. A los chicos no les picaron porque se echaron el repelente con “deet” pero a mí se me olvidó y es que encima me había puesto una crema hidratante estupenda con olor penetrante... eso debieron pensar las moscas. Total que ayer estuvimos mirando en Internet, a ver si todas las moscas transmiten la enfermedad del sueño o no. La incubación dura una o dos semanas, dicen que las de Zambia no lo tienen ¡Uff! Pero ya veremos la semana próxima.
El pollo hibrido en medio de la rotonda cerca de casa (ya se que no tiene que ver con el texto pero.... A que es graciosisima y super friki?)
Lo que hay son unas avispas, pocas, pero gigantes, como un dedo índice de grandes, negras, con un abdomen tan pesado que lo llevan como colgando de la cintura. Ah! y los saltamontes marrones y enormes, como la palma de la mano, no sé si se llaman langostas, las de las plagas divinas, y tambien hay ranas pequeñitas.
Esquina del jardin


Dicen que en la estación húmeda se meten en casa los bichos y hay que mirar dentro de los zapatos antes de calzarlos. Menos mal que no me han pillado las lluvias, dicen que llueve cada tres o cuatro días y siempre a las cinco de la tarde cuando el calor sofocante del día se hace irrespirable... no sé, empiezan en noviembre, así que tampoco lo sabré. 
veis el geko?
También las hormigas son muy grandes pero no he visto muchas solo los agujeros que dejan, montañitas con un cráter... en la sabana son verdaderas montañas se llaman "anthills" y son tierra  muy buena para hacer ladrillos, para luego hacer las chozas... pero a  esas, que en realidad son termitas, no he tenido el placer de conocer.
Ant-hill mas alta que Lw 


  

lunes, 20 de agosto de 2012

Un león nos mira


Mayukuyuku lodge
Este fin de semana hemos estado en el Parque Nacional de Kafue, a unas 4 horas de Lusaka. Salimos el sábado y pasamos allí la noche en un precioso lodge llamado Mayukuyuku, a las orillas del río Kafue. El lodge tiene una zona de  tents -lujosas tiendas de safari- y otra zona para acampar. Nosotros nos llevamos nuestra iglú (acampar son15 dólares p.p. en vez de los 250 p.p. de las tents) y nos asignaron una parcela con una choza abierta y silbatos para llamar a los vigilantes si los animales se acercan. Montamos la tienda y metimos el colchón de la cama  que llevábamos de casa... ¡cómo reyes!
Como el tour nocturno estaba lleno (deberíamos aprender a reservar por anticipado) nos fuimos por nuestra cuenta a intentar ver los leones (en realidad leonas y con cachorros) que merodearon la noche anterior el lodge...  pero casi nos comen las moscas tse-tse, y de los leones ni rastro. Eso sí, los animales que vimos eran más grandes que en los otros parques, tal vez sea porque es un parque enorme, el 2º más grande de África.

La única foto que salio bien
Una vez que se echó el sol, volvimos al lodge. Por supuesto allí no hay electricidad, y sin luna, todo estaba oscuro salvo algunas lucecillas de lámparas solares aquí y allá, pero todo funciona. Cogimos las linternas y en la oscuridad escuchando los hipos (da un poco de cague moverte... suenan como si estuvieran a tu lado) nos fuimos a tomar algo  al bar. Caminamos siguiendo las luces del suelo y oyendo rugir a los leones... ¡dios! El bar es una cabaña grande con velas pero fuera alrededor de una buena hoguera hay sillas y butacas de paja donde nos sentamos a disfrutar del crepitar del fuego y de los gruñidos de los animales. Luego cenamos junto a nuestra tienda tumbados en los cojines del sofá que llevamos de casa y vimos estrellas fugaces atravesando la vía láctea y buscamos la Cruz del Sur, hasta que un rugido de yo-que-sé nos sacó de nuestro limbo y acojonados nos metimos en la tienda junto a los silbatos.
Lw espiando el aseo de chicas
No os contaré la aventura de ir al baño.
El domingo nos levantamos con el sol y salimos a hacer rutas con nuestro todo terreno. Nos dieron un plano y ¡hala! a trotar por la sábana. Según salimos un elefante solitario enorme se nos plantó delante con las orejas desplegadas, reculamos, y esperamos que se alejara, para seguir nuestra ruta. Solo vimos una pequeñísima zona del parque.


Elefante huyendo de las tse-tse
 Pero a medio día de ayer, cuando mi hijo Lw iba de pie atrás al aire libre,disfrutando de facóqueros, antílopes, gacelas, babuinos etc...de repente sentado a la sombra de un árbol, junto al camino, apareció un león macho adulto, con su melena y su hocico húmedo.  Nico gritó ¡un león! Yo miré para abajo y estaba ahí, a dos metros, con sus ojos amarillos fijos en.... mi hijo Lw. Entoces Lw-padre, que conducía, preguntó ¿Dónde, dónde? mientras frenaba el 4x4. Yo le grité ”No pares, sigue, que se come a tu hijo”. Aceleró y ya a unos 30 metros Lw se metió en el coche y dimos la vuelta para ver al león más seguros con las ventanillas subidas. El bicho, que no se había inmutado, debió pensar “ya están aquí los humanos molestando”, se levantó lentamente y caminó  tan tranquilo para volver a sentarse un poco más lejos. Y ya desde allí no nos quitó ojo, mientras, nosotros también le mirábamos y sacábamos fotos ¡Qué emocionante! porque es muy difícil ver un león macho y menos tan cerca.

Pero es que no hay nadie tan “erre que errre” como nosotros, jejeje... “El que la sigue la consigue” ¡Bueno! eso y un poquito de suerte, pero conseguimos mirarnos cara a cara con un simba viviendo en libertad... Amazing!

miércoles, 8 de agosto de 2012

Duchas y monos en las cataratas Victoria



Insaka del Jollyboys
No sabía yo pero el lunes era festivo en Zambia, el día del granjero o algo así, y aprovechando el puente nos bajamos a la ciudad de Livingstone (I presume) que está a unos 450 kms de Lusaka, unas 6 horas y media de coche... que no hay autopistas. La última vez que estuvimos allí fue en el año 2000. Entonces tuvimos que ir haciendo eses por la carretera para esquivar los agujeros pero ahora está genial.
Esta vez con la crisis, reservé una habitación cuadruple en el Jollyboys Internacional backpackers, vamos, un albergue para mochileros de toda la vida, que a los chavales les encantó, y a mí, pues ejemm... Eso sí, está en medio de la ciudad, y tiene piscina, ping-pong, billar... hasta agua envasada, todo gratis. Pero los mochileros son tan gritones y bebedores. La 2º noche una americana con la voz aguda como un cuchillo y borracha...I believe in water, not in God, I believe in water... jo.er, pues ¿por qué bebes vino, tía?¡cállate!... Pero los chavales durmiendo tan tranquilos. Me tuve que poner tapones.

En el puente Knive edge de las cataratas
Tanto el domingo como el lunes fuimos a las Vic Falls, las cataratas Victoria... son tan impresionantes. También intentamos hacer un crucerito por el río pero estaba lleno ... por dejarlo para última hora. Las Cataratas están a 9 kms de la ciudad, el Jollyboys tiene un bus gratis a las 10:00 pero nosotros fuimos por nuestra cuenta. Hay que pagar para acceder a ellas (K7000 residentes/ K35000extranjeros y el coche K5000) El ruido del agua se oye de lejos y por eso se llama en lengua indígena Mosi-Oa-Tunya, que significa el humo que truena. “Que truena” por el ruido que hace y podría ser “que ducha” por como acabamos todos empapados ( aunque venden chubasqueros) pero bueno, al llegar al coche ya estás seco del calor. Preciosos los arcos iris que se forman en el Puente del Filo del Cuchillo, pasan por debajo ves una mitad del arco donde las cataratas y otra mitad donde las palmeras, enormes y con los colores muy marcados. Cuando llegas al final de la isla puedes ver Zimbabwe y el puente de metal con la gente tirándose en el bungee-jumping sobre el río.
Lw colgado en la Gorge Swing
La mañana siguiente fuimos a ver la Garganta del río Zambezi. Y allí mi hijo Lw decidió hacer swing, otra modalidad del puenting, a 100 metros de altura. Y el chaval repitió, volando sobre el acantilado como supermán.
Después volvimos a las cataratas. Bajamos andando al Boiling Pot, o “la olla hirviendo” a casi 700m de bajada. Tuvimos que llevar palos para espantar a los monos babuinos que roban las mochilas o bolsas de los turistas, había muchos. Bajamos y bajamos hasta llegar al nivel del agua, había unas balsas y turistas a punto de hacer rafting. En la subida casi echo los higadillos, encima los que bajaban me vacilaban por mi palo-bástón enorme. Al llegar arriba dije, “o nos bañamos en las pozas sobre las cataratas o vamos a que nos duche la bruma otra vez” y optamos por la ducha. Tiramos los palos y nos dirigimos hacia el puente... pero un babuino enorme de repente nos corta el paso. Lw coge del suelo otro palo... va a por su cámara... el mono se le acerca...Lw le agita el palo... el mono se aleja de Lw... pero se acerca a mí... pasa de largo a mi lado, disimulando porque de repente se gira y, el muy cabrón, me coge el bolso con las dos manos peludas y sucias... no me achico y tiro de mi bolso... el mono también tira ... llevo los pasaportes...¡¡Mono, cabrón, suelta mi bolso!!...él tira... yo tiro... mis hijos miran... y de repente lo soltó...
El mono chorizo antes de atacar
 Me acordé de Charlton Heston el planeta de los simios, un mano a mano entre el hombre y el mono.
Nos dimos otra ducha y vimos que los arco iris eran diferentes con la luz de la mañana, bueno ya eran las 12.30... Teníamos que irnos, emprendimos la vuelta pero vimos un grupo de gente aglomerada, otro mono había robado a una turista la bolsa de su bebida y estaba abriéndola. “Tuve que soltarla porque el mono se colgó de ella” la gente sacando fotos y yo pensando si me roba los pasaportes la armamos... UFFF
Pero no los robó y estoy deseando volver a las maravillosas Vic Falls.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Lago Kariba (y parte II)

Por fin tras ver el percal, de casas y casas, y que la gente no toma el sol en el lago sino que lava la ropa, friega los platos, limpia la comida, pesca, repara redes...decidimos irnos a los lodges (o sea, hoteles) ya que desde ellos sí se puede ver el lago, digamos, más turístico. Os diré que básicamente no nos bajamos del coche en los sitios poblados de lugareños. La verdad es que vienen a venderte cosas y a saludarte, sin forzar ni nada... o sea, por poder, puedes apearte pero la verdad es que hay que estar de humor; nos guste o no somos novedad y la gente te mira al pasar en coche, así que si te apeas ni te digo

Por fin llegamos en al Lake Safari Lodge, bonitísimo, con una terraza impresionante sobre el lago llena de farolillos y sillas y mesas muy lujosas y flores...pero no había un alma. Preguntamos en recepción por paseos en barco y no tenían para 4 perosnas, allí solo alquilan barcos completos para grupos numerosos. Así que nos marchamos a otro , que nos recomendó la muchacha, el Kariba Inns. Allí tomamos unos refrescos (K5.000 each) junto a la piscina y encontramos a los chinos del minibús acabando el lunch. Paseamos por sus jardines. El lodge está en la colina que da al lago, con casitas individuales, algunas con piscina privada y tumbonas y vistas al lago, precioso. Vimos lagartos de agua escondiéndose a nuestro paso. Allí sí hay barcos pequeños, cuesta K350.000 por barco de hasta 8 personas  pero nos dicen que no se ven animales, solo accidentalmente algún babuino o antílope... Decidimos pensarlo, porque somos de mar, no necesitamos ver agua por todos lados, pensamos que ibamos a ver hipos y cocodrilos ¡qué decepción!
"Pues vamos a conocer otro lodge" y nos fuimos al Bay Lodge. Dimos un paseo, casitas frente al lago, piscina, sacamos unas fotos y nos gustó, poruq está a pie de lago, en plano y con árboles. Preguntamos y cuesta unas K500.000 la habitación-casita doble. Tiene playitas con sombrillas. 
Decidimos ir en busca de la Sandy beach y luego ya pensar lo del barco. Pero en el aparcamiento al salir, dando para atrás, dimos un golpe a otro coche, y le agrietamos un faro. El dueño salió y propuso dos opciones: ir a la policía a dar parte (y perder un par de horitas mínimo) o que le dieramos la pasta... K300.000 del ala que le soltamos, definitivamente ya no dimos el paseo en barquito. Bueno, pero es él quien nos  indican como ir a Sandy Beach.... y tras 8 largos Kms por camino sin asfaltar, lleno de baobas y poblados de chozas, llegamos. Pedimos unas Coca-colas y dimos un paseo por la playa, que acaba siendo tierra de nadie.
Paseo por la playa del Sandy beach con niños siguiendo nuestros pasos. Barca que es un tronco vaciado.
Metí los pies y está caliente el agua del Lago Kariba. Unos niños nos siguen, hay una barca hecha de una sola pieza de un árbol llena de redes en la orilla, unas vacas enormes (aquí no les cortan los cuernos) nos miran. Este lodge es mucho más salvaje y rústico. Tienen sus propios barquitos y, aparte de vacas, hay cabras, gallinas, patos... paseando por todos lados, incluida la terraza de la piscina, y también se meten en el bar... o sea, que nos gustó más. Aquí están los precios:

K200.000 la habitación-casita doble
K400.000 la habitación-casita cuadruple. 
K30.000 pp con tienda propia. Camping 
K60.000 pp tiendas del propio camping, con colchones.

Tomamos un descansito mirando al algo e iniciamos la vuelta hacia la carretera general. Desde luego no se puede ir a Sandy Beach sin un todoterreno.Nos paramos a sacar fotos a un baobab impresionante, gigantesco, que los chicos  intentaron escalar. Por esa zona todo poblado que se precie tiene un baobab central, donde la gente se reúne, o juegan al fútbol, son como la plaza mayor de nuestras ciudades. Se nos hace de noche de nuevo. Aprendemos el arte de conducir sin farolas, solo focos y focos de coches que deslumbran... y hay que adelantar camiones o no llegas nunca, y encima la gente por los lados de la carretera y cruzando en cualquier lado... UFF. Llegamos  razonablemente pronto. Otra vez agotados....pero ahora mi árbol favorito es el baobab. Son muy raros, les brilla el tronco como si estuvieran barnizados. A veces parecen estar al reves, como si las ramas fueran las raíces, otras veces parecen una mano regordeta de un niño pequeño... y siempre parecen árboles marcianos, de otro planeta (bueno a lo mejor es por haber leído El Principito.)
Fijaos en los tres baobabs que quedan tras de mí en esta imagen... por cierto para agrandar las fotos hay que poner encima el cursor y pulsar (que conste que me acabo de enterar) BYE