sábado, 16 de mayo de 2015

Delta del Okavango

Nos vamos en el mokoro a la isla
Pasamos un día de descanso en el Thebe River Safari de Kasane muy a gusto y muy silencioso y al día siguiente, con gasolina (el día anterios no había) salimos dirección Maun, a 600 kms. Por el camino nos salieron jirafas, elefantes... y un paso de control veterinario que nos obligó a pasar los zapatos por desinfectante y deshacernos de la fruta que llevábamos ¿?

  Echamos gasolina en Nata. Fui al baño y me saltan que solo se puede hacer pipí, pero no popo, ¡y eso que había que pagar! A las 2.30 estábamos en Maun, Delta del Okavamgo. Nos abastecimos en el Choppies y luego nos alojamos en The Old Bridge Backpackers, con camping y también  montón de habitaciones de diferentes precios, restaurante, piscina, free wifi...muy bien. Nos dimos un bañito y reservamos una ruta por el Okavango para los dos siguientes días (900 pulas pp)
Baño entre nenúfares, Okavango.
Campamento base en la isla
Así que a las 8 al día siguiente nos recogían para llevarnos hasta el poblado desde donde salen las canoas o mokoros, Una hora más tarde llegamos y nos asignaron un guía-remero, nos tocó por estricto orden Baas. Cargamos nuestra tienda, sacos, nevera... en el komoro y partimos ¡Qué bonito el paseo! agua dulce aunque algo marrón, nenúfares, un cocodrilo dormitando, ranitas, antílopes pastando a lo lejos... y nosotros (y otros mokoros) deslizándonos por las callejuelas echas por los hipopótamos. Pero...al rato empieza a entrar agua.. No es nada... nos dice Baas... pero sigue entrando agua y nos lleva a toda velocidad a una orilla. Allí cambiamos de canoa, todo está empapado, incluidos nuestros culos.. no es nada, decía el tolilo... Con el nuevo mokoro llegamos a nuestra isla. Allí montamos las tiendas, Baas nos hizo un colchón con una plantas que arrancó (super pegajosas, las tuvimos el resto del viaje en la ropa) y encendió el fuego. Charlamos con unos polacos que hacían el paseo de día. Luego. bueno básicamente nosotros cocinábamos y él nos miraba fijamente sin hacer nada... para que le diéramos comida, se la dimos,claro, le gustó mucho la fabada de lata.
Sunset sobre la charca de los hipos
Tras la siesta le llegó la primera gran bronca: Cómo que no vamos a hacer nada durante 4 horas, no he venido aquí a tumbarme todo el día... espabila, chico. Nos bañamos, hicimos el tarín intentando remar y nos fuimos a caminar para ver bichos y plantas. Con estas hojas se limpiaban el culo nuestros abuelos, estas son contra los mosquitos, con estas hacían almohadas.. vimos antílopes, cebras, una gran lechuza y luego fuimos a la charca de los hipopótamos en el komoro. Pero el tío casi nos mete dentro de sus gigantes bocas, os lo juro que imponen esos bichos...y estaban ahí a unos metros y el inconsciente remando hacía ellos como si no hubiera futuro..
Pa´trás, pa´trás, locoooo.. y un hipo bufando... salimos de allí sin ganas de volver... tan frágiles estabamos la canoa, en manos de aquel descerebrado... Luego ya en tierra vimos la puesta de sol... ¡¡qué preciosidad! ¡¡qué colores!.. los tres la mirábamos encandilados... sin quitar ojo a los hipos, claro.

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