¡A mi madre le pasa cada cosa!... No sé si sabéis que pese a sus añitos (que no voy a desvelar) va a bailar sevillanas un par de veces a la semana ahí en la Finca Altamira. Pues la semana pasada quedé con ella y con mi padre el jueves para ver a los chavales tocar en el concierto de final de curso del Palacio de Festivales. Habíamos quedado en la puerta a "y cuarto"... Pero eran "y diez pasadas" y ya me estaban llamando... que dónde andaba Pues por Puertochico, que aún no son "y cuarto", les contesté. Anda, date prisa que tu madre tiene un tirón en la pierna me instó mi padre. Total que aceleré el paso y dejé el paseito por el muelle para otro momento. Cuando llegué, después de la bronca por llegar tarde según su reloj y pronto según el mío, entramos al palacio a coger un ascensor porque mi madre no podía andar del dolor
-Se me debe montar un tendón aquí atrás, Ay, qué dolor. Es de las sevillanas, seguro, las tuve ayer. Mira, yo creo que voy a tener que darme de baja... a lo mejor ya no estoy para esos trotes.
Inmediatamente pensé- solo pensé- que por supuesto que era de las sevillanas ¿de qué si no?
Escuchamos el concierto, precioso pero... Vamos, que nos metieron una misa entre pecho y espalda, que si el Gloria, que si el Deus no-sé-qué !Cómo se nota quiénes están en el poder esta legislatura! Con Revilla no nos pasaban estas cosas...
Bueno, la cuestión es que acabó el concierto y cuando mi madre se puso en pie AYYY, que se ha quedado frío, no puedo moverlo y así, cojeando llegamos a la fila de abuelos que esperaban el ascensor y, como aquello parecía una ambulancia de la cruz roja, yo me bajé por las escaleras para dejar hueco a todos. Les esperé abajo y les llevé a casa ¡Ayyyy! Adiós, hija, me doy de baja, mañana mismo, no espero más. Pobre, pensé, los años no perdonan.
Al día siguiente la llamé y seguía regular: Al principio bien pero salí a dar una vuelta con Pepita y tuve que coger un taxi. Así que me he dado de baja del baile. Buff, no hombre, ni hablar.
No la había vuelto a ver hasta hoy por la tarde. Venía de frente paseando tranquilamente.
- Hombre, madre, qué bien la veo.Ya se le ha pasado el tirón
- Calla, calla que me di de baja pensando que eran las sevillanas y eran los zapatos...
- ¿Cómoooo?
- ¡Que eran los zapatos! Lo que provocaban el tirón, o lo que fuese, eran unos zapatos buenos que me había comprado en el Corte Inglés. Ayer me puse estos malos, de los de la boutique calé, de esos malos de toda la vida, y chica, se me pasó el tirón ipso facto... jejeje y mira, hasta ahora....y yo pensando que ya era vieja para sevillanas jejeje (y yo también lo pensé, yo también, menos mal que me callé la boca ¡AYYY!)
a mi me paso lo mismo con unas botas de trabajo. Piso mal y las desgaste mas de un lado que de otro. Dolores de rodillas, de cadera, el pie, hasta casi no poder andar. Cambie de botas y arreglado
ResponderEliminar¿Pero no decían que con los zapatos había que tener siempre cuidado y comprarlos caros, que son los buenos, que los otros te joden los pies? Ay, qué lío. En todo caso enhorabuena por el estado físico de tu madre y espero que se vuelva a apuntar a las sevillanas, una vez demostrado que no eran culpables de nada. Y tú, hija de tu madre, qué poca confianza en su estado físico... Bueno, ya me contaréis cuando Lw por fin puede irse. Bss
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