Se me había olvidado contar la anécdota con la que empezamos este año 2012.
Bien, la pasada Navidad decidimo descansar una semanita en Almería, huyendo del frío y la rutina. Como fuimos del 28 de diciembre al 4 de enero, celebramos allí la Nochevieja. Perfecto.
Nos alojamos en un complejo turístico monísimo tipo andaluz con casitas. Nuestro dúplex era gigante con balcón a la piscina, salón con chimenea, dos baños, dos habitaciones ¡inmejorable! y naturalmente con pensión completa.
Total que el 31 por la noche, como no nos gustan las fiestas "se ruega etiqueta", nos llevaron la cena al dúplex con una botella de champán para que, los bordes, lo celebraramos por nuestra cuenta. No trajeron uvas, asi que las compramos en un mercadona, y decidimos cenar pronto e ir a la plaza del ayuntamiento de La Garrucha, a unos 3 kms, para oír las campanadas con la gente del pueblo (una señora muy amable me contó que se juntaba mucha gente con champán allí a celebrarlo.... que ella no, porque su marido había muerto, ya hacía diez años precisamente una nochevieja, pero sus hijos sí debían bajar porque aunque ya estaban casados... no sé qué más, desconecté totalmente)
Así que cenamos en el dúplex y, como siempre acabamos liándonos, por fin salimos del complejo a eso de las 11.45, ¡Eso sí! con el kit completo: champán, uvas, gorritos y matasuegras. Pensabamos ir andando, pero claro en 15 minutos "igual" no recorríamos los 3 kms, así que tras pensarlo un rato (que las campanadas no esperan) cogimos el coche. El problema era que nunca habíamos ido en coche, solo andando por la playa. Afortunadamente llegamos bien y decidimos aparcar un poco lejos del ayuntamiento ya que seguramente allí estuviera todo lleno. Faltaban 5 minutos para las 12.
¡Vamos que no llegamos! Empezamos a apretar el paso, pero estábamos lejísimos, y tuvimos que echar a correr hasta que por fin vimos el ayuntamiento.... allá a lo lejos. Ni de coña, faltan 2 minutos y seguimos corriendo. Pero a mitad de carrera Tan, tan, tan... Nos paramos, nos miramos y comimos tres uvas. Seguimos corriendo y otra uva por el camino, y otra que se cae ¿qué hacemos? no vamos a llegar. Nos damos por vencidos y continuamos andando ya sin prisa ¡qué le vamos a hacer! Las campanadas seguían sonando.
Cuando ya llegamos al ayuntameniento nos percatamos de que apenas había unas 40 personas (unos jovenes en traje, unos jubilados y una veintena de rusos de todas las edades) y lo peor, cientos de sitios para aparcar. Decidimos, a pesar del shock, quedarnos allí un rato, para descansar de la carrera y dar la bienvenida al año nuevo aunque fuera tarde, cuando de repente ¡increíble! VUELVEN A SONAR LAS 12 CAMPANADAS...tan, tan, tan... Naturalmente ya no teníamos todas la uvas sino siete u ocho, pero nos las tomamos, mirando el reloj que marcaba las 12:08 y flipando. Luego nos dispusimos a abrir el champán (después de la carrera, no lo olvidemos) y aquello explotó por los aires. Todo el mundo (o sea los pocos que eramos) aplaudió gritando FELIZ AÑO NUEVO. La verdad es que lo pasamos muy bien sacando fotos desenfocadas y bebiendo champán, lo que quedaba, bajo la atenta mirada de dos coches patrulla. ¿Nos estarán fichando para multarnos luego en el coche? pensaba mientras empinaba la botella.
En fin. No nos multaron por beber allí, pero al volver a Santander nos pilló un radar en Cuenca y sí nos multaron por exceso de velocidad. C EST LA VIE!
De todos modos siempre me quedará la duda ¿tocaron las campanas solo para nosotros?
Pos a lo mejor sí oye, que gente maja haberla hayla, lo mismo os vio el encargau del reloj y os repitió las campanadas. Qué simpática experiencia amiguitos, no lo habíais contao (a mí kiero decir claro). En fin... oye y cuánto os metieron de multa en cuenca?
ResponderEliminarPues yo creo que sí porque eramos 4 gatos, y nos debieron ver corre que te corre con esos gorrritos ridículos...
EliminarPues mira nos metieron 100 euracos por ir a 140 (vamos que una migaja que nos pasamos) que por pronto pago fue la mitad.
Fue un radar de esos traicioneros e incontrolado.
Nos enteramos una semana más tarde, después de chulearnos de lo rápido que hicimos los 1000 kms, mi padre se descojonó.
Me he reído!!!Que buen plan para fin de año!! Me lo apunto, ir a otro sitio, a un pueblo e ir comiendo por las calles mientras tocan las campanadas las uvas... jajaa!! Y si luego además lo repiten, como en el fútbol con las mejores jugadas... pues perfecto!!
ResponderEliminar-------------------------------
Por la eliminación de la verificación de la palabra YA!!
Pues sí, la verdad es que cuanto más pequeño es el pueblo, mejor te tratan... mira que tocarnos las campanas.¡¡¡Viva La Garrucha!!!
Eliminarque viva que viva, ainss, me he dao cuenta que soy miembro y seguidor, o seguidor miembro, que no sé muy bien la diferencia, pero bueno, soy fans :-)
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