La banca es dios. Hace lo que quiere, y cuando quiere sin consultarnos y sin informarnos....y nadie la castiga, al reveś, la apoyan si cae en falta, le dan miles de segundas oportunidades (creías que iba a decir millones de euros ¿eh?) para que siga así. Está por encima de nosotros y se permite dirigir nuestras vidas en múltiples aspectos. Yo puedo deber al panadero 10 barras de pan pero jamás podré deber a la banca 10 euros ....me lo quitará de la cuenta, de la nómina, me embargará mi casa. El panadero se quedará sin cobrar si caigo en la miseria, el banco no. Si lo piensas bien es horrible. Ahora han decidido cobrarme por... no sé: mantenimiento, correspondencia, tarjeta nueva que no he pedido, lo que se les ponga...Veamos un pequeño ejemplo real de esta misma semana.
Tengo un primo cuarentón que está en paro. Vive con su madre pensionista en una paz, digamos, relativa.
La semana pasada le llegó al
chaval una nota de la caja de ahorros:
Está usted en números rojos, debe 18 euros. Y en casa se arma la marimorena, lo más suave que su vieja (él la llama así) le llama es irresponsable. Él reitera insistentemente su inocencia, y le enseña la cartilla que demuestra lo contario, que incluso posee una mínima cantidad.
Mi tía se arma de valor y, con la cartilla en la mano, baja a la sucursal, el equivalente a la parroquia de barrio, dispuesta a defender a su vástago. Espera pacientemente en la cola (ahora siempre hay colas, tres ventanillas cerradas y solo una abierta con un pobre becario que suda la gota gorda) y al llegar su turno le expone al imberbe su problema. El pobre aprendiz, especie de monagillo, le explica que desde hace un año hay que pagar 2 euros al mes por mantenimiento ....
¡¿¿Cómooooo??! - Se acabaron lo buenos modales, el tono educado y el comedimiento
- ¿Me está diciendo que ustedes han decidido por sí mismos coger de cada cartilla un dinero que no es suyo sin permiso de los dueños? Están ustedes robando, mi hijo tenía un dinerillo (creo que 10 euros o así)
que le han quitado y encima debe más, les voy a denunciar, quiero cerrar mi cuenta.. - la cola entera mira a mi tía sofocada y fuera de sí, pero todos callan.
Y entonces
, cuando el becario ya no sabe qué decir porque debería responder algo como
pues sí señora así es, lo cual hubiera encendido más a mi tía, que será pensionista pero le sobra energía (yo creo que se la chupa al hijo), entonces y solo entonces se abre la puerta del director-sumo sacerdote que sale de su retiro espiritual (meditaba cómo obtener nueva dádivas de los parroquianos) y con voz calmada le pide a mi tía que pase a su despacho. Mi tía, que siempre se ha dejado impresionar por las corbatas y el pelo engominado, se tranquiliza ipso factum y pasa cuan corderillo al confesionario.
Ya más calmada y sentada frente a la máxima autoridad le habla del hijo bala-perdida, sin trabajo, en casa, sin dinero, pidiendo clemencia . El director-confesor escucha y tras meditar la cuestión, sabiéndose todo poderoroso le ofrece su perdón... le condonan la deuda de los 18 euros ¡¡ALELUYA!! hermanos, porque dios es generoso, aprieta pero no ahoga, roba pero no te deja en números rojos
Eso sí, como penitencia le impusieron no devolverle la pasta y le cerraron la cuenta corriente. La de mi tía sigue allí, con su paga mensual de pensionista, que entonces no le cobran los 2 euros porque sí tiene ingresos... ella no es pecadora.
Y yo digo
tía, fastídiales, no les sigas el juego, cierra la cuenta, llévatela a otro banco, y me sueĺta un discurso en el que incluye medio refranero español:
el mismo perro con distinto collar, lo malo conocido que bueno por conocer, mal de muchos consuelo de tontos... y el refrán colofón que llama a la resignación por la evidencia
Poderoso caballero es don dinero (a mí, citarme a Quevedo y hacerme callar es toda una. ¡Qué poco hemos cambiado desde el siglo XVII!) Fin de la conversación.
Pues no me gusta. No me gusta que hagan lo quieran y se salven por la letra pequeña... eso es ESTAFAR. Quiero justicia igual para todos y quiero que paguen, como yo pago si cometo un error. Vivimos en desigualdad. España dejó de ser un estado confesional hace tiempo. No queremos esta nueva religión que nos imponen, por encima del bien y del mal, castigadora y perdonavidas.
Pero no sé dónde decirlo, donde denunciarlo que no caiga en saco roto. Si lo piensas bien es terrible y sientes impotencia e indefensión, como delante del crucifijo en la misa cuando eras pequeño.. y entonces entiendo muy bien a mi tía y a Quevedo.