lunes, 19 de marzo de 2012

Fumeteo, varios.

Estos días que he estado meditando sobre este hábito-vicio, me he dado cuenta de que las cosas han cambiado muchooo en España. Sí, es cierto que ya tengo unos añitos pero, ahora que lo pienso, me siento afortunada de tenerlos, de lo contrario no habría vivido situaciones tan  impactantes a día de hoy, como las que me vienen a la cabeza.
Recuerdo perfectamente, por ejemplo, fumar en el instituto dentro de las clases. Muchas veces teníamos que forzar la vista para ver al profesor detrás de la cortina de humo. Pero no solo fumabamos los estudiantes, teníamos un profesor que entraba en el  aula fumando en pipa. Lo gracioso es que daba clase con la pipa en la boca y le duraba toda la hora (claro, como era el de Inglés, no le entendíamos nada) Otro, el de Filosofía, encendía un cigarro con la pava del otro -¿aún se dice la "pava"?- y su mayor preocupación era no tirar la ceniza al suelo, así que el primer día nos enseñó a hacer ceniceros de papel ¡Qué tiempos!
También me acuerdo de fumar en los hospitales, sí. En la cama tumbados, los pacientes esperaban que las visitas les trajeran tabaco en vez de ramos de flores.Todo olía a humo hasta que entraba la enfermera y abría las ventanas sin miramientos para ventilar ¡Que entre oxígeno, que entre!
Ahhh... y en los aviones  y en los autobuses... de que, sino, me iba yo a hacer Londres-Santander en autocar, como me hice. 24 horas del ala, pero con sus cigarritos, ¡eso sí! en la zona de fumadores.
Ahhh y el tren, cuántas veces tuve que coger esos trenes con sus transbordos a Salamanca. Pero ahí aprendí rápido, después de un trayecto de cuatro horas con un paisano fumando un puro infinito, me dije "una y no más Santo Tomás" y desde ese día pedí no fumadores. Cuando lo consideraba oportuno salía al descansillo o iba al vagón de fumadores, y luego regresaba a mi asiento sin humos.
Ahhh y en las bodas que regalaban a las señoras cajetillas de marcas americanas y a los señores, puros habanos... Y entonces mi abuela le quitaba el puro a mi abuelo y se lo fumaba ella... y todo el mundo hacía comentarios en voz baja, por vampiresa. Y los niños nos poníamos las vitolas en los dedos como si fueran anillo de oro, y los más avispados conseguíamos la codiciada caja de puros de madera en la que metías recuerdos del día: el menú con la firma de los novios (que siempre incluía langostinos dos salsas y tarta nupcial) un trozo de la corbata del novio, una flor de los centros de mesa, algún cigarro robado, unas monedas de algún pariente lejano... ¡Qué divertido!¡ Eramos tantos niños entonces! primos y reprimos, hordas de niños que entrabamos y salíamos, a veces de debajo de las mesas...
Bueno, antes de que los recuerdos me lleven a mi primera papilla, va ser mejor cortar.
Mañana será otro día libre de humos. 

6 comentarios:

  1. No es mío, es de Lo+:COMO SIGO SIN PODER COLGAR OCMENTARIOS EN TU BLOG....Tlos pongo aki: al de hoy, pones cosas como de la serie CUENTAME y es la pura verdad....qué horror!!!! lo mas fuerte lo de los hospitales...y te falta lo del coche...con los niños detrás, los bebes...y con las ventanillas cerradas, que hace frio...y fumando, fumando!!!!! YO LA PRIMERA, QUE HORROR.

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    1. Pero que desdoblamiento de personalidad os traeis entre las dos. Voy a tener que ponerme en serio con la LO+, que hay que solucionar este tema YA!!!




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      Por la eliminación de la verificación de la palabra YA!!

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    2. Por diosssss, ponte es serio con ella que me deja mensajes por todos lados menos por esteeee

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  2. Esto es el colmo, voy a contestarme a mí, pero en realidad es a ti.. uff
    Es verdad lo de los coches, qué fuerte! y encima, si abrían las ventanillas, se iba la ceniza pa tras y se te metía en los ojos.
    Oye, y si alguien nos decía que apagaramos el cigarro... ¿cómo nos poníamos? "de que va la tía borde esa, son mis pulmones..."

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  3. Qué pluma tan ágil y tan grácil amiguita. Cierto el cambio, cierto, supongo que el hecho de entrar en europa haya influido para dejar un atrás la rémora carpetovetónica. Yo recuero el congreso de los diputados con sus señorías fumando, sobre todo carrillo, que mírale tú oyes, con casi cien tacos y lúcido como el primer día, y fumando no sé cuántos paquetes de tabaco desde no sé cuántas décadas...
    En fin, volviendo a la españa carpetovetónica, tenemos aún algunos temillas pendientes, como el respeto a los animales, a los ... ¿toros por ejemplo?, algún día cuando se vean las bestiadas de animales vejados y torturados hasta la muerte haremos también comentarios de asombro... ¿pero cómo harían aquello por dioss?
    Y me viene otro tema a la memoria (individual y colectiva), el de las palizas que pegaban aquellos maestros de escuela, embrutecidos como toreros, ensañándose con niños, con el retrato del dictador en clase como garante de los malos tratos, del miedo como arma de aniquilación mental. Aquello fue mucho peor para la salud, la psíquica, reproducía lo que se vivía en muchas casas, y es que de aquellos barros vienen muchos lodos.... y yo digo, ¿pero cómo harían aquello por dioss?

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  4. Razón que llevas. Lo que pasa es que eso temas de violencia expresa y directa del abusador sobre el débil son tan aberrantes y tan injustos que me sería difícil poner cuatro palabras seguidas sin insultar a nadie.
    Agredir para imponerse o ganar dinero a costa del sufrimiento de otro es tan mezquino que saca lo peor de mí. Uff, me enervo solo de pensarlo...

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