Estoy harta de tanta mentira... Lo jurado ayer, hoy ya no vale.
Estoy harta de que me hablen solo de dinero... ¿dónde están las personas?
Estoy harta de que llamen enfermos a mis amigos dependiendo de con quien se besen. Enfermos (y criminales) son lo que abusan de niños.
Estoy harta de este renacer de los poderes ocultos, esos que han permanecido calladitos actuando a escondidas y que ahora se muestran en todo su fanatismo en los medios de comunicación. Salen exultantes, victoriosos, soltando por esa boca improperios medievales sabiéndose impunes.
Estoy harta de que me digan lo que debo hacer o pensar, como si yo no tuviera el poder de discernir entre el bien y el mal. Soy mayor de edad, no necesito un padre que me guíe y muchísimo menos que me perdone mis pecados.
Estoy hasta los mismísimos, de que me digan lo horroroso que va a ser todo si no hacemos esto y aquello.
Hija mía,vas ir al infierno, pero si me haces la pelota y me lo suplicas debidamente, yo bueno y magnánimo, te mandaré solo al purgatorio. Vamos humíllate y da gracias de que te dejo vivir.
No podemos permitir que nos adoctrinen. Ni que adoctrinen a las generaciones venideras.
No hay pluralidad en España.
Nos estamos empobreciendo, en dinero, en ideas, en cultura: la diversidad es riqueza.
Estoy harta de decretazos aprovechando la mayoría absolutista.
Me encanta ver la misma noticia en boca de unos y otros... pienso qué bien cabemos todos sobre la piel de toro. Pero traen nuevas leyes... ya no cabremos, nos echan, nos hacen de menos, nos silencian.
Juro no ver la televisión si detecto que la información solo tiene un color.
Antes había que callarse, no teníamos donde expresarnos... pero los tiempos han cambiado no podéis contralarnos.
Internet nos hace libres... ¿o vais a censurar como en China, si pongo la palabra democracia?
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